lunes, 10 de agosto de 2009

EDUCACION PROFESIONAL CONTINUA
La educación como elemento de la formación profesional continuada, es una decisión que el profesional ha de tomar en forma voluntaria y nunca como obligación de un contrato de trabajo o como una condición para el ejercicio profesional.
Si bien el mantenerse actualizado en el arte y la ciencia de cada profesión, constituye una premisa deontológica, es en las ciencias medicas donde se manifiesta con mayor énfasis.
La educación profesional continua se debe entender como la actividad educativa programada, formal que un profesionista lleve a cabo con el objeto de mantener y actualizar sus conocimientos en un alto nivel como le exige su responsabilidad ante la sociedad.
De acuerdo a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) la Educación continua se define de la siguiente manera: “Actividad académica organizada, dirigida a
profesionistas o personas con formación práctica profesional, técnica o laboral que requieren no sólo de conocimientos teóricos o prácticos que pierden vigencia, sino de actitudes, hábitos y aptitudes para mejorar el desempeño de su trabajo”. (ANUIES)[1] El mismo documento de ANUES manifiesta que entre las características de la educación continua esta el ser una opción educativa fuera del sistema formal.

En nuestro país, la educación continua no otorga grados académicos, pero promueve la adquisición de competencias para el ejercicio profesional y habitualmente se manejan en un esquema intensivo, de contenidos con enfoque teórico-práctico, en modalidades presenciales, semi -presencial y a distancia.

Este concepto no es una novedad educativa, según el investigador, Jorge a. Fernández Pérez, en el articulo “Elementos que consolidan el concepto profesión , Notas para su reflexión”, publicado por la Revista Electrónica de Investigación Educativa, vol. 3, No.2, 2001, la necesidad de educación continua para los profesionistas nace en el siglo XIX, en Alemania, posteriormente en 1965 la UNESCO, trata el tema de la educación continua o permanente y en 1970 durante el “Año Internacional de la Educación”, el mismo organismo propuso que la educación continua fuera la piedra angular de la política educativa.[2]
El Dr. Alberto Lifshitz Guinzberg, hizo mención a la educación médica, como parte integral de los programas de atención médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)[3]. Al referirse a la
Educación Médica, aclara que no solo se refiere a la educación continua de los médicos si no que se abarca a todo el personal de salud. Es decir, el maestro Lifshits involucra en la educación continua

profesional a todo el personal de salud, con lo que el IMSS apuesta a mejorar la calidad de la atención medica que brinda a sus asegurados, en base a actualizar los conocimientos de sus profesionales.
Esta es una clara referencia a las necesidades de combatir la obsolescencia de los conocimientos que los profesionales de la salud adquirieron en su periodo de formación académica.
Los rápidos cambios que se dan en todos los ámbitos del conocimiento, especialmente en el área biomédica, obligan a un aprendizaje durante toda la vida activa del profesional.
De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe para el debate de la reunión paritaria sobre “La educación permanente en el Siglo XXI: Nuevas funciones para el personal de educación”[4]: “El aprendizaje permanente constituye en la actualidad el principio rector de las estrategias de política para alcanzar objetivos que incluyen desde el bienestar económico de los países y la competitividad hasta la realización personal y la cohesión social. Hay un amplio consenso en que se trata de una cuestión importante para todos y por ende debe estar al alcance de todos (OCDE, 1996). Además, concierne a todos los pueblos y naciones, independientemente de su nivel de desarrollo, razón por la cual cuenta con un respaldo cada vez mayor de los gobiernos, de las organizaciones de financiación y de las organizaciones internacionales, que buscan poner en el mismo nivel el capital cultural y el humano (Jary y Thomas, 1999). Hay quienes ponen en duda que las sociedades humanas pueden alcanzar el objetivo de una sociedad cognitiva, pero la caracterización del aprendizaje permanente está hecha con una visión optimista de que en todas las etapas de la vida es posible adquirir nuevas habilidades, lo cual se distingue de la visión más circunscripta y pesimista de la capacitación que se desprende de la actual enseñanza institucionalizada.”
Estos conceptos vertidos por la OIT, proponen que la educación continua sea el detonante para el bienestar del individuo, para la cohesión social y por ende para el bienestar económico de los países.
Sin embargo la realidad es otra, la educación continua no está al alcance de todos, como muestra, la conferencia del Dr. Lifshitz, donde el maestro hace referencia a que la educación médica, con el cambio de programas del IMSS, no es solo para los médicos si no para todo el sistema de salud, con lo cual entendemos que antes de la implementación de las nuevas políticas en la institución, la educación continua era solo para los médicos.[5]
A manera de conclusión, podemos afirmar que el futuro es la educación permanente en sus diferentes modalidades, que la educación continua no es de la rectoría del Estado y que en nuestro particular punto de vista son los Colegios de Profesionistas quienes deben enarbolar esta bandera.
[1] http://www.anuies.mx/e_continua/pdf/presentacion.pdf
[2] http://redie.uabc.mx/vol3no2/contenido-fernandez.html#La%20educación%20profesional%20continua
[3] Modernización Educativa y la Integración Docencia-Asistencia-Investigación en Enfermería, Revista de Enfermería del Instituto Mexicano del Seguro Social, Vol.3 No. 2, México 1994
[4] http://www.ilo.org/public/spanish/dialogue/sector/techmeet/jmep2000/jmepr1.htm#1.Sistemas
[5] [5] Modernización Educativa y la Integración Docencia-Asistencia-Investigación en Enfermería, Revista de Enfermería del Instituto Mexicano del Seguro Social, Vol.3 No. 2, México 1994

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